BIOGRAFÍA DE GREGORIO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ

Personaje emblemático por excelencia en la historia literaria de la región de Antioquia, poeta y abogado, Gutiérrez González existió efectivamente, pero su vida y su obra se han convertido en una especie de acto mítico-poético fundador, en el cual la idea de "raza antioqueña" adquiere buena parte de su justificación. El poeta había muerto hacía 25 años cuando la primera revista ilustrada de Medellín le rinde un homenaje.
En sus páginas internas asegura que el hombre de las tres G es un héroe de las letras y un patricio de la autonomía regional, sin embargo su poesía es un monumento nacional, tal como lo hizo saber el congreso colombiano en 1873 cuando lo decretó como un "poeta de la nacionalidad".
El poeta colombiano Gregorio Gutiérrez González, nació en La Ceja del Tambo, departamento de Antioquia, el 9 de mayo de 1826, en el seno de una acomodada y distinguida familia. Fueron sus padres José Ignacio Gutiérrez y Arango y doña Inés González y Villegas. De su educación se sabe que realizó los estudios elementales en el Colegio Seminario de Santafé de Antioquia y los secundarios, en el Seminario de Medellín.
Posteriormente se trasladó a la capital y bajo el cuidado de su primo Juan de Dios Aranzazu, concluyó los estudios de Filosofía y Literatura en el Seminario de la Arquidiócesis de Bogotá, y de Jurisprudencia en la Universidad Nacional (Colegio de San Bartolomé). En 1847 obtuvo el grado de doctor y el título de abogado en la Suprema Corte de la Nación. En su vida no ocurrieron grandes sucesos.
En Sonsón contrajo matrimonio con doña Juliana Isaza Ruiz, hermana del obispo de Medellín, José Joaquín Isaza. Esta unión dejó una numerosa descendencia.
En la carrera judicial desempeñó importantes cargos: fue magistrado del tribunal en Medellín y en varias ocasiones ocupó una curul en la Cámara de Representantes por el Estado de Antioquia. Desafortunadamente en los últimos años de su vida su situación económica se deterioró, más si se toma en cuenta que jamás fue un hombre adinerado.
Fue miembro fundador de la sociedad literaria que se creó en Bogotá el 1.o de julio de 1845. Dirigió una publicación quincenal llamada El Albor Literario, que apareció por primera vez el 20 de julio del mismo año y sólo llegó al número ocho. Esta sociedad literaria surgió a raíz de las clases de literatura española que dictaba el profesor español Diodoro Pascual en el Colegio San Bartolomé, las cuales fueron importantes porque dieron a conocer el romanticismo y fomentaron una corriente de seguidores. A Gutiérrez González se lo sitúa entre el romanticismo y el realismo. De su obra dice el crítico Antonio Gómez Restrepo: "Por una parte era adepto al romanticismo entonces en boga, y por otro lado, se sentía atraído [...] al cultivo de la poesía realista, a la interpretación sencilla de la naturaleza". Marcelino Menéndez y Pelayo lo confirma: "Puede decirse que Gutiérrez González sirve de puente entre el romanticismo y el realismo limpio".
La obra de este poeta antioqueño llegó a todos los estratos sociales. Memoria del cultivo del maíz en Antioquia, de 1866, es, tanto por la forma en que está escrita como por su tema, el poema que más fama le ha dado. En él se describen detalladamente todas las etapas del cultivo del maíz: desde los terrenos apropiados que requiere, hasta los métodos de cultivo y riego.
Como señala el mismo Gutiérrez González, Memoria del cultivo del maíz en Antioquia está escrito en antioqueño y no en español, afirmación que le valió el desdén de algunos críticos españoles ensimismados en un purismo xenófobo.
Entre otros poemas destacados pueden mencionarse A Julia, ¿Por qué no canto?, Aures, A los Estados Unidos de Colombia y algunas traducciones de poesías de Byron y Víctor Hugo.
La vida del poeta, a pesar del aprecio que le tuvieron sus compatriotas y no obstante los méritos de su inteligencia y la posición de su familia, fue de duras pruebas y sufrimientos, a causa de la escasez de medios materiales en que vivió siempre. Su inteligencia y su sensibilidad, que percibían con tanta claridad y precisión las variadas formas de la realidad para describirlas, no lograron dominar esta realidad en el conflicto de los intereses económicos. No tuvo imitadores ni trató de formar escuela como es usual entre poetas de alta y variada inspiración.
Influyó en sus gustos el espíritu de su tiempo, marcado aún por el romanticismo. Tradujo a Victor Hugo, y, sin duda, el gran poeta francés influyó sobre su gusto y sobre la forma en que expresó el sentimiento poético acerca de la naturaleza.
Gregorio Gutiérrez González murió en Medellín, el 6 de julio de 1872.